La Gänseliesel de Göttingen en el pesebre de St. Michael |
Del libro del pesebre de St. Michael. Autor: P. Heribert Graab S.J. |
Muchos detalles de nuestro pesebre no armonizan aparentemente
con lo que nos relatan los Evangelios del Nacimiento de Jesús,
no armonizan con nuestras representaciones del entorno cultural de
aquella época y sobre todo no armonizan con nuestras costumbres
visuales, que están grabadas por los pesebres de nuestra
infancia. Ya en el capítulo “Historia y Teología del
pesebre” se dijo que nunca se trató en las representaciones de
pesebres de exactitud histórica, sino de anuncio
teológico y de piedad vital. También recuérdese
otra vez la Carta a los Romanos del Apóstol Pablo: “Porque la
Creación misma espera anhelante que se manifieste lo que
serán los hijos de Dios…De ser ella también liberada de
la servidumbre de la corrupción y participar así en la
gloriosa libertad de los hijos de Dios.” (Rom 8, 19 y 21) Con este fondo hay que comprender los muchos animales de nuestro pesebre: No sólo el buey y el asno, las ovejas, los camellos y elefantes sino también los pájaros en los árboles, el ratón, la ardilla, la rana, los perros, las martas y no en último término los gansos: Ellos expresan aquella “nostalgia de la Creación”, que se plenifica en el misterio de la Navidad. Y también los seres humanos del pesebre ansían que aquí sus propias esperanzas lleguen a la plenitud, que en este acontecimiento despunte la época de transición, según la cual contemos nuestros años desde el día de hoy. En los pastores, que corren los primeros al pesebre, se interpreta ya aquella “predilección” de Jesús por los pobres, por los que la Iglesia de nuevo entra hoy en nuestra conciencia con la “opción por los pobres”. En los “Magos”, “Sabios” o también “Reyes” aparecen todos los pueblos y todas las generaciones delante del “Rey recién nacido”. La “Ganseliesel” es, por así decirlo, la figura simbólica de nuestra ciudad de Göttingen. Por eso, representa a toda la ciudad: expresa que el Nacimiento de Jesús aquí y hoy interesa a todos los seres humanos de esta ciudad, tanto si son conscientes de ellos como si no lo son. |